Por Blanca Rosa Moctezuma Álvarez

En esta época de reclusión obligatoria ha habido tiempo de reflexión, pero también de pensar en los graves problemas que aquejan a nuestro país pero sobre todo de nuestro querido estado de Hidalgo.

Uno de ellos de suma importancia es la contaminación ambiental, aunque varios activistas han hecho eco de este complejo problema, ante el Gobierno Federal mostrando inconformidades, sobre todo por las descargas de aguas residuales vertidas por el Túnel Emisor Oriente, no ha pasado nada. La próxima visita del ejecutivo federal al estado es la oportunidad para exigirle solución al problema; la Red de Consciencia Ambiental “Queremos Vivir” que encabezan varios tulenses, han hecho grandes esfuerzos para hacerles ver a los gobiernos las consecuencias de salud a las que hemos estado expuestos por muchos años y por el gran deterioro del ecosistema, éstos han exigido la restauración del daño ambiental, sin embargo, tampoco ha habido respuestas.

Ante esta crisis que estamos viviendo en todos los ámbitos de salud, político, social y económico, pero sobre todo en el ámbito ambiental, es tiempo de exigirle al gobierno federal mayores medidas y tomar en serio la destrucción de nuestro medio ambiente en la región de Tula, por las emisiones de aguas residuales vertidas desde la Ciudad de México, aunado a estas la contaminación que generan la Refinería y la Termoeléctrica.