Por Hugo Santiago Sánchez

Cuentan que la Colonia El Crestón, en el municipio de Tula, se llama así por una interesante leyenda.

La cual refiere que en la época de don Porfirio Díaz, cuando se estaban tendiendo las vías del ferrocarril, sus constructores laboraban de día y de noche a fin de terminarlas rápidamente.

Al llegar al lugar donde actualmente se encuentra esta población, habitualmente al filo de la media noche se les aparecía un hombre con cabeza de gallo y una enorme cresta, que decían, era el maligno.

Al principio todos los trabajadores se espantaban con el singular personaje, pero al paso del tiempo se acostumbraron a verlo y a conocer el horario en el que se presentaba.

Por lo que entre ellos se decían “apúrense a trabajar, porque ya va a llegar El Crestón”. Y de ahí se le quedó el nombre.

***Muchas gracias a JBB, por compartirnos esta leyenda que le platicaron sus abuelitos.