Por Hugo Santiago Sánchez, texto de Revista La Neta.

En Ciudad Cooperativa Cruz Azul, Hidalgo, existe un viejo y robusto árbol, en cuyo grueso tronco quedaron clavadas unas tijeras metálicas, que cuenta la leyenda, sirvieron para clavar una bruja, hace muchos años.

El árbol se localiza a un costado de la Fuente de Ariel, donde hasta la fecha se pueden observar las orejas oxidadas de las tijeras, pues la corteza vegetal, al paso del tiempo, las ha ido envolviendo.

Se cuenta que, al filo de la media noche, se aparece bajo las tijeras y el árbol, el espíritu de una mujer vestida de negro, que mucha gente afirma haber visto sentada, como si esperara a alguien e incluso cepillándose el cabello.

A un costado pasa el Río Tula, donde cuenta la gente, se ha escuchado el grito de La Llorona.

Las personas mayores narran que en los tiempos en que las señoras aún lavaban la ropa a la orilla de este afluente, una tarde dos comadres se pusieron a discutir por un lavadero y por problemas que tenían desde mucho tiempo atrás.

En el momento en que se estaban agrediendo, con severas palabras, y llegando casi a los golpes, repentinamente vieron pasar entre los árboles una tétrica sombra, y escucharon un profundo lamento, que las horrorizó.

Las mujeres en lugar de golpearse, se abrazaron, y después se echaron a correr, rezando y contando a sus familiares que habían oído a la mismísima Llorona.

Otra de las leyendas que se cuentan en Cruz Azul, es la de unas sombras que se ha aparecido sobre las vías del tren, cerca del Multifamiliar.

En este lugar hace más de cuatro décadas, se suscitó un terrible accidente en el cual chocaron dos ferrocarriles, uno de los cuales transportaba gas avión, ocasionando varias explosiones.

Al oír el estruendo, la gente salió de sus casas corriendo, vestidos incluso con ropa de dormir, mientras en el cielo se veía desde muy lejos, las enormes flamas.

Finalmente el fuego fue controlado, pero varias personas murieron en ese accidente, por lo que la gente afirma que quizás son sus espíritus los que se les han aparecido a varios trabajadores; quienes al pasar de madrugada por donde ocurrió el percance, han contemplado largas sombras que se mueven de un lado a otro.