Cualquier día es idóneo para visitar el estado de Hidalgo, lugar que tiene y ofrece algo único y extraordinario, en los diferentes rincones de su territorio y en sus distintos destinos turísticos. Y las vacaciones o días de descanso, no son la excepción.
Así, con opciones para todos los gustos, en esta ocasión se destaca la zona arqueológica de Tula de Allende:
La gran Tollán, la ciudad de Quetzalcóatl, sede de la cultura tolteca, fue la gran capital del altiplano central de Mesoamérica, con casi 16 kilómetros cuadrados de extensión, con numerosos edificios públicos, plazas, calzadas y abundantes esculturas y bajorrelieves policromados.
En la parte superior de la pirámide de Tlauizcalpantecuhtli están presentes imponentes columnas, pilastras y los colosales atlantes, que representan guerreros con lanzadardos en su mano derecha y un haz de flechas en la otra. Sobre el pecho, portan un pectoral en forma de mariposa y visten falderín con gran cinturón; esculturas de piedra bellamente talladas y grabadas.
En este lugar también se encuentra el Palacio Quemado, un conjunto de tres salas rodeadas de columnas, banquetas y altares con decoración en bajorrelieves y vestigios de pintura mural.
Es imperdible vivir la experiencia de caminar y disfrutar este magnético sitio hidalguense. Los horarios son de martes a domingo de 09:00 a 17:00 horas. Cabe mencionar que el ultimo acceso es a las 16:00 horas.
Los costos son accesibles; la entrada es de 90.00 pesos, hay cuota por cámara de video y se tienen descuentos INAPAM, a estudiantes y maestros
La zona arqueológica se localiza a 80 km al norte de la ciudad de México, tomando la Carretera Federal 57 rumbo a Querétaro y en el kilómetro 77, la desviación a Tula de Allende.
¡En Hidalgo la aventura y diversión, siempre estás presentes!