Fotografías: Héctor Rico Alonso
Texto: Hugo Santiago Sánchez
Publicado en: https://replicamx.com

En mayo de 1993, Tula vivió un hecho misterioso que sembró el asombro entre su habitantes e hizo que acaparara las miradas de la opinión pública a nivel nacional. La madrugada del día doce, aparecieron en un campo de pasto en la colonia Infonavit San Marcos, las huellas del aterrizaje de un supuesto platillo volador.

Social, política y económicamente, la década de1990 fue convulsa para México, que se cimbró por el levantamiento zapatista, crisis y asesinatos políticos. En el mundo de lo paranormal, no se hablaba de otra cosa que del “Chupacabras”, una supuesta criatura que mataba animales, extrayéndoles la sangre, para satisfacer su apetito.

En este contexto, en la Ciudad de los Atlantes, ocurrió el curioso hecho. Vecinos de Infonavit San Marcos refieren que cuando el reloj marcaba las tres de la madrugada, notaron que los perros comenzaron a ladrar con gran fiereza, escucharon ruidos como de compuertas que se abrían y cerraban, además de misteriosos zumbidos metálicos.

Al día siguiente descubrieron un círculo elíptico en un campo deportivo, localizado cerca de una escuela, que a su opinión habría sido hecho por un platillo volador.

Cabe señalar que el circulo estaba formado por cuatro líneas, una de las cuales corría en dirección del reloj, otras dos lo hacían de forma contraria y una de ellas estaba apenas a la mitad.

Asimismo, se encontraron 16 muescas en el centro, lo que hizo suponer a los vecinos, que la presunta nave se posó hasta cuatro veces sobre la misma área, produciendo las líneas circulares tanto de un lado como para otro, en movimientos de aterrizaje y despegue.

Alrededor de la elipse quedaron huellas del pasto deshidratado. Mientras que el velador de la escuela cercana, dijo haber visto una enorme sombra ascender hacia el cielo, aquella madrugada.

El hecho causó gran conmoción entre los vecinos de Tula, que curiosos, acudieron a conocer la huella del supuesto platillo volador. Al mismo sitio acudieron expertos de Petróleos Mexicanos, que no detectaron rastros de radioactividad en el área.

También arribaron periodistas de medios nacionales, de las oficinas de Nino Canún, Jaime Maussan y de la Revista Reporte OVNI, que en su edición No.007, dedicó una investigación especial al tema, de la cual retomamos parte de la presente información.

Cabe señalar que días antes del 12 de mayo de 1993, en Tula se alcanzó a ver una rara luminiscencia en el cielo, mientras que la luna se tiñó de color rojo y parecía eclipsada. Asimismo desde la colonia Iturbe, fue visto un platillo volador, sobrevolando la Zona arqueológica de Tula.