El 6 de abril de 1977 José Vergara Vergara se encontraba en la casa de Juan Manuel Menes Llaguno cuando éste recibió una llamada telefónica de Rafael Herrera Cabañas, quien fungía como secretario general del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo (TSJEH).
De parte del magistrado presidente, Rubén Licona Rivemar, el funcionario invitó a su interlocutor a trasladarse a la Casa Rule, en ese tiempo sede del Poder Judicial. Era Semana Santa, pero no dudaron en acudir a la cita.
En el inmueble que hoy ocupa la alcaldía de Pachuca ya los esperaban Herrera Cabañas y José Arias Esteve, con quien compartían gusto por los archivos y la historia.
Se percataron de que en el patio estaba un camión de redilas cargado con cajas de papeles listas para ser llevadas a la cartonera.
“Súbanse y échenle un ojito”, les dijo Herrera.
Su primera impresión fue que se trataba de un archivo histórico de Pachuca, hasta ese momento desconocido porque el único legajo disponible era el de la parroquia de La Asunción, y al empezar la revisión encontraron un documento del año 1557 con las firmas de Bartolomé de Medina y su esposa.
Debido al interés de Licona Rivemar por la historia, de inmediato ordenó que los documentos fueran bajados del camión y se subieran nuevamente al ático de la Casa Rule.
El relato de estos hechos fue parte de la conferencia “El Archivo Histórico del Poder Judicial. Su importancia para la historia del estado de Hidalgo”, que Vergara impartió en el marco del 150 aniversario del TSJEH.
Ante magistrados, consejeros, jueces, funcionarios y personal del Poder Judicial, además de abogados, estudiantes y público en general, el ponente recordó que ese día y los subsecuentes el comité realizó un análisis de los documentos, con lo que pudo confirmar la hipótesis de que se trataba del archivo de la alcaldía mayor de Pachuca, correspondiente a la época virreinal.
Durante los siguientes meses trabajaron los fines de semana y cada vez descubrían más y más vetas del naciente Archivo Histórico del Poder Judicial.
Vergara reconoció que muchos documentos fueron destruidos por la humedad, lo que implicó la pérdida de información valiosa para el estado, pero destacó el apoyo brindado al proyecto por César Vieyra Salgado, quien sucedió en la presidencia del TSJEH a Licona Rivemar, gracias a lo cual continuó el rescate de este acervo.